Hoy comienza la cuaresma, cosa que respeto pero debido a mis convicciones ni me va ni me viene. Sin embargo, la ceniza de este miercoles la sitúo en la noticia con la que me he levantado hoy. Una víctima del atentado de ETA en la casa del pueblo de Lazkao ataca con un mazo una "herriko taberna". Es un comportamiento que me sorprende no por la lógica de sus hechos que en cualquier otra situación los vería normales sino por la valentía debido a la situación de miedo que se vive allí. Es sorprendente que ademas que atenten contra tu vida, libertad y bienes, tengas que soportar que peguen por todo el pueblo carteles con tu foto y la frase "agresor fascista". Sinceramente, estas cosas me superan, pierdo la pacienza como dice un amigo en su blog.
Aunque la cabeza me dice que estas no son las formas, que el ojo por ojo no funciona y que este tipo de actuaciones no llevan a nada, el corazón se me hincha y me dice que ojalá hubiera más valientes con actos similares de rebeldía al pisoteo, a la humillación constante y al recorte de alas. Sin embargo, esto, por suerte o por desgracia (no sé la verdad) no va a pasar debido al miedo, muy lógico por otro lado, que se sufre entre la sociedad vasca.
Decía Silvio Rodriguez...
"Sino creyera en la locura...
sino creyera en la balanza, en la razón del equilibrio, sino creyera en el delirio
sino creyera en la esperanza... que cosa fuera la maza sin cantera...."
En este caso la "maza" sin cantera ha hecho posible que la ira se abriera paso al miedo...
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