miércoles, 18 de febrero de 2009

Lasaña de espinacas y piñones


Puede ser que la pasta fuera la que me hizo interesarme por el mundo de la cocina y todo lo que se puede llegar a hacer en ella. La pasta creo que es uno de los mundos mas abiertos que existen y desde el que todos podemos crear una receta (que seguramente ya este creada por otro anteriormente) o simplemente abrir la nevera y preparar un plato con las cosas que tenemos.

Es muy raro encontrar personas que no le guste la pasta (yo conozco a una) ya que por si sola no aporta el principal sabor al plato sino que son los "also starring" los que le dan el caracter a cada creación.

Este plato me lo enseño mi hermana y la receta original era con canelones. Yo debido a mi pereza en rellenar canelones y viendo que era igual en su faceta de lasaña la adapte.

Ingredientes (para 2 personas)

6-8 placas de lasaña (dependendiendo del numero de capas que queramos formar)
750 gr de espinacas congeladas y troceadas
Media cebolla
3 latas de atún
Piñones
Tomate frito
Aceite de oliva (por supuesto)
Queso emmental (o algun otro para fundir)
Oregano

Para la bechamel:
Aceite de oliva
Harina
Leche
Sal
Nuez moscada
Pimienta negra


Se pone agua en una olla y se añaden las espinacas para que se cuezan. Se apartan cuando han estado bañandose en el agua hirviendo unos 5-10 minutos. Se escurre y se aparta.
Se pica la cebolla en trocitos pequeños. Se pone aceite en una sarten y se rehoga la cebolla sin que se queme (fuego medio-bajo). Una vez rehogada, se le añaden los piñones y se marean para que cojan un poquito de color. Se añaden las espinacas cocidas y se rehogan para que se cocinen y pierdan el agua unos 5 minutos subiendo un poco el fuego.
Se quita el aceite de las latas de atún y se pone el atún en la sarten con las espinacas para que se conozcan y entablen una bonita amistad.
Ponemos agua en una olla profunda y le damos mucha caña para que hierva. Solo cuando el agua este hirviendo y no antes ponemos sal (no seamos roñas con esta que la sal es barata) y un chorreon de aceite (esto hará que no se peguen entre ellas).
Se cuecen las placas de lasaña teniendo en cuenta las recomendaciones de tiempo del fabricante.

Mientras que se hace esto, podemos hacer la bechamel. La bechamel tiene dos puntos fundamentales, el primero que no sepa a harina y esto se consigue tostandola un poquito con el aceite y el segundo que no tenga grumos y esto se consigue con unas varillas de montar.
Ponemos aceite en un cacito u olla pequeña y cuando se caliente se ponen dos o tres cucharadas soperas de harina (dependiendo si la queremos mas o menos espesa. Despues se puede rectificar). Se mueve con las varillas y se le pone la leche (dos vasos, tambien dependiendo de si se quiere mas o menos espesa). Se mueve bien con las varillas y se le ponen unos granitos de sal, un poquito de nuez moscada y de pimienta negra.
Dependiendo de la textura deseada se le va añadiendo leche y harina al gusto.

Una vez finalizada esta, se añade un poco a las espinacas y el atún para que tomen cuerpo y tomate frito para que coja colorcete.

Montamos la lasaña en una fuente de horno que pintaremos con algo de aceite para que no se pegue (o un silpat si tenemos). Se pone una placa de lasaña, un poco de relleno de "espinacas & co." y encima un poco de bechamel. Ponemos encima otra placa de lasaña y montamos 2 o tres pisos dependiendo de como nos guste de alta finalizando siempre con placa de pasta.
Se pone bechamel sobre la última placa, un poquito de tomate frito, queso para fundir y oregano.

Metemos esto en el horno a unos 200º unos 5 minutos para que el queso se funda. Sacamos y servimos.

En la foto, monté las lasañas de forma individual para que el emplatado fuera algo mas vistoso.

1 comentario:

Manuel dijo...

Queremos fotos de Londres ya!!!, acompañadas de sus textos correspondientes....Eres nuestro Ian Wright particular.

Un abrazo!!!