sábado, 6 de septiembre de 2014

microcuento 1

Tenia los mismos ojos dulces q vivian en su retina y seguia pareciendo la chica mas besable de la ciudad.
Avanzó dubitativo... como aquellos niños de su infancia en la cola de la iglesia para tomar la comunión cada domingo.

Se miraron lentamente y ella lo abrazo y le dio un beso hundido en la cara...