sábado, 6 de septiembre de 2014

microcuento 1

Tenia los mismos ojos dulces q vivian en su retina y seguia pareciendo la chica mas besable de la ciudad.
Avanzó dubitativo... como aquellos niños de su infancia en la cola de la iglesia para tomar la comunión cada domingo.

Se miraron lentamente y ella lo abrazo y le dio un beso hundido en la cara...

martes, 6 de mayo de 2014

Conversaciones

Sacado del blog Migas de Locura ...

-Hay dolores que no superan ni siquiera nuestro vals, mi amor. - le dije mientras intentaba controlar el temblor de mis manos. 
-Aquí el problema es que siempre te amaré, incluso en el momento que ya no te quiera. - me contestó.

Precioso...


domingo, 15 de diciembre de 2013

Destructor de sueños

A tantos kilómetros de ti
una canción nueva me trae tu cara a mi mente,
y me declaro, por desgracia,  destructor de sueños,
mientras que el pecho me aprieta faltándome el aire.

Enciendo un cigarrillo mirando la ciudad desde tan arriba,
sintiéndome pequeño, sin perdonarme en cada día
dejando caer más lágrimas de las que me prometí aquel verano,
sabiendo que no sanaré por dentro,
por muchos años que pasen, por muchas lluvias que caigan.

viernes, 18 de enero de 2013

Silencio

Tras varios días de muchos besos y palabras,
el silencio se apoderó aquella tarde del salón,
y el frío se metió en las heridas de mi alma,
y los besos supieron distintos
y de nuevo.... más silencio.

Y en las horas restantes, a pesar de tu presencia,
tuve la rara sensación de estar solo,
de acariciar, solo, un cuerpo,
de que sólo estaban mis labios presentes,
y de nuevo... más silencio.

Y hoy no sé que decir,
si dejar que todo fluya
o parar la noria y bajarme lento.
Sólo sé que en este momento,
no me apetece escuchar... más silencio.



miércoles, 7 de noviembre de 2012

La luz de tu sonrisa

Volvería a aquellos días de otoño sin tu risa,
en los que el tiempo era un aliado extraño
y mis domingos se hacían largos y caducos,
para buscarte al alba allí donde estuvieras.

Si me dijeran que los años me traerían tus brazos
y la sensación de frío se pasaría al verte,
me hubiera adelantado al tiempo, gritándote en la tarde,
regalándote abrazos, sinceros y valientes.

Sin embargo me encuentro, encerrado en la noche,
en mi escalera gris que ni sube ni baja,
en este otoño frío cuya luz me adormece,
viendo pasar tu risa, como una brisa fresca
de una tarde de abril que de pronto se escapa.

Y como aquellos puentes, caducos y olvidados,
continuaré mi senda sin tu luz penetrante,
de largos trazos rojos, que me han dado la vida,
de este noviembre ausente, aunque sea en un instante.

domingo, 20 de mayo de 2012

Alas de cera


Desde que Ícaro me regaló sus alas,
pensé que podía volar.
Descubrí la belleza del viento en mi cara,
paisajes de verde trigo que doraba el tiempo,
hinchazón de corazón en cada respirar
como si cada latido fuera el último,
como si supiera como hacer que la vida fuera vida

Sin embargo, volé tan alto con mis alas de cera
que el sol aplicó su más duro castigo y volví a caer al suelo.
Y allí las cosas, no diré que no sean buenas,
sólo que yo conocía a qué sabía el viento,
que color tenía el trigo o como latía un corazón libre.

Y cada recuerdo de como era la vida entonces
y la añoranza de lo que realmente puedo llegar a ser
hace que aquellas alas quemadas me duelan,
que no cicatricen completamente.

Y aquí me encuentro cada día buscando cera para reconstruir mis alas,
recogiendo trocitos de aquí y de allá, de los lugares más inhóspitos,
de cada rincón que la ciudad me ofrece en su gris vaivén.
Pero sé que de nuevo volaré tan alto como entonces
y volverán a derretirse mis alas y tendré que volver a construirlas
y así el viento será viento, el trigo será trigo y la vida, quiera o no, será vida.

domingo, 31 de julio de 2011

No se porqué, no tiene sentido...

No se porqué, no tiene sentido
veo tu risa y se encoge mi estómago
como si el tiempo no existiera
y que este sentimiento es un pasajero
fruto de una necesidad incesante
de sentirse vivo, de reafirmar que
la capacidad de emocionar sigue,
perdura, habita dentro mientras
transforma vísceras y músculos
en algo inmaterial, intangible
cuyo sustento se basa en algo
extraño que no tengo forma de
definir con palabras.


Seria más fácil expresarlo con un beso,
de forma que solo quisiera borrar
tu sonrisa con mis labios,
sufriendo en cada instante por este motivo.
O acariciar tu espalda, y sentirte cerca
y que notes que yo lo estoy también
haciendo que cada poro de tu piel añore
mis dedos durante el tiempo que no estén juntos.
Aunque creo que con el tiempo volvería
a escribir algo parecido con otra risa,
imaginando el beso de otros labios o
el roce de otras manos.

No se porqué, no tiene sentido...