jueves, 9 de octubre de 2008

La voz de los estómagos

¿A cuanto puede llegar la injusticia del hombre?

Que fácil resulta trazar fronteras y arrebatar ilusiones

cuando en la llamada de la desesperanza nos deshacemos,

como si hablaramos de algo inerte, de lo que antes nos valió.


No será necesario un golpe de oreja o un lirio cortado,

no es suficiente con las lineas que ya nos separan

dictar sentencias y creer en quien las dicta

nos hace pensar que estaremos seguros de lo que vendrá.


Es fácil sentir que con su divinidad todo se arregla,

es lógico incluso gastar papel y palabras con todo esto

sin embargo, sufrimos un caprichoso alzehimer cuando olvidamos los años

en que Alemania se convirtió en nuestro Paraiso Desierto.


Ahora se le da voz a los estomágos y se intentan callar las miradas,

se abren las palmas de la manos mostrandolas de frente,

se rescatan a los que se hundieron por si solos

con el sudor de aquellos que se les niega la entrada.

2 comentarios:

Sole dijo...

"...Ahora se le da voz a los estomágos y se intentan callar las miradas..."

"...con el sudor de aquellos que se les niega la entrada.."

Tremendas descripciones las suyas Sr Sordo, que de sordo no tiene nada, veo que tiene a flor de piel los 5 sentidos, hermosa la poesia...mucho para meditar..

Servira solo con meditar sordo, o se puede hacer algo?? es que ahi si creo que aunque yo grite no me oyen, aunque prometo que seguire gritando que otro mundo es posible

Un placer...

Rodolfo Serrano dijo...

Te tomo la palabra. Nos veremos en Córdoba. Y disfrutaremos de la poesía. Un abarzo