Noviembre pasará entre idas y venidas
de viento insaciable de esperanza.
Resoplará intenso mezclando la brisa y el romero,
acariciando asfalto, piedra y arena
teniendo un gusto amargo y sin saberlo dulce.
Recordará a Noviembres de otros años
en los que te sentía cada mañana
como si el verano no quisiera huir de nuestras vidas,
como si deseara morir lento y en blanco y negro,
siendo como el último milisegundo de luz en un eclipse.
Sin embargo, al despertar cansado y agotado
por el oscuro latir de aquella nube,
sentiré que el mismo viento cambiará tu imagen
como cambió tus besos de añoranza,
como cambió mis recuerdos de ajados retazos
aunque siempre te diga que me dió lo mismo.
Y ahora, cuando Diciembre resople en nuestras nucas
y caiga un nuevo año como las hojas ocres
te vestiras de rojo y yo de verde
para sentir que el mundo es mas que eso,
perdiendo la ilusión como unas viejas llaves
estando separados como antaño
renaciendo de nuevo en otros brazos.
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