Desde orillas lejanas y amigas
recibo, hoy, una cuerda de esperanza
para esta soledad en mi escritura
coincidiendo con la Soledad que me rescata
Es el tiempo que cuesta conseguirlo
no es, por cierto, que falten ya las ganas
es la brisa que congela mi equilibrio
no es que quiera faltar a mi palabra.
Cuando el frio abandone aquellos sitios
en que sumo, como otros, las mañanas
yo esperare volver a mis principios
y escribir, y gozar en mi atalaya
1 comentario:
Sr Sordo de un pie, Ud me ha dejado muda de un ojo, con su entrada.
"Aunque somos nuestro propio tiempo, a veces somos el tiempo de otros y otros son nuestro tiempo, a veces sin quererlo, a veces queriendo, a veces durmiendo, a veces despiertos."
No hay oceano que pueda impedir el paso de un mensaje esperanzador,de una pequeña alegria. Suelo decir, que aveces ese inmenso oceano, se convierte en un pequeño charco el cual podemos saltar y acompañarnos...
Gracias!
Un beso
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