El tiempo pasado siempre fue mejor
Esta es una frase que recurrimos normalmente y que normalmente pensamos cuando echamos la mirada atrás con nostalgia de aquellos años que pasamos en los que normalmente la juventud y la falta de responsabilidad (bendito tesoro) nos hacía dimensionar los problemas digamos... de otra forma... ni mas ni menos.
Recuerdo que el mundo se me caía con 10 años cuando pedí una espada de madera a través de una revista y al llegar era 3 veces mas cara que lo que yo creía y no sabia que hacer. Con 18 ese problema lo recordaba realmente tonto y mi gran preocupación pasaba por decirle a mi padre que iba a repetir COU. Ya en la universidad, se hacía un mundo el día de los exámenes y todo eso se ve como un sueño sutil y borroso ahora que estoy trabajando.
Sin embargo, y volviendo al origen de esta entrada... siempre pensamos en el pasado como un mundo ideal sin problemas y que nos encantaría volver a él aunque como en mi caso estes viviendo un momento en la vida muy bueno y en el que se ha cumplido un 70% de mis sueños de niño... el 30% restante se reparte entre ser 'ninja', hacerme una casa estilo japonés y tonterías varias que sinceramente... uno carece de edad y la suple con neuronas para cumplirlas.
Ese gran maestro Ángel González nos regaló:
OTRAS VECES
Quisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida,
por las ventanas de otros ojos,
se ve así de grotesca algunas tardes.
Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden este olor
a fruta madura mustia y a jazmín podrido.
Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.
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