El templo tiene una serie de terrazas columnadas, con largas rampas que seguramente, y según nos contaron, fueron embellecidas con jardines. Esta construido junto a una empinada montaña. Por todos los lados de la entrada al santuario hay pilares pintados con imágenes de Hathor (diosa del amor). El templo incluye una imagen de Hatshepsut representada como faraón masculino que dona ofrendas a Horus (dios halcón) y, a su izquierda, el símbolo del dios Osiris. Como nota que te hacía pensar, en 1997, 58 turistas y 4 egipcios fueron masacrados aquí por militantes islamistas en lo que se ha conocido como la 'Matanza de Luxor'. La verdad es que el templo impresionaba por su grandeza, grabados pero sobre todo por la cara que tenían los vigilantes. Se ofrecían a sacarte una foto y despues te pedían dinero. Uno de los del grupo intentó sugerir un "soborno" al guarda de la entrada al santuario (que estaba cerrado) para que lo dejara entrar pero creo que era el único guarda honesto que había porque no lo consiguió. Al menos, te llevaban desde la entrada hasta el templo en una especie de trenecito tirado por tractores. Durante el viaje se subian niños para venderte muñecos que habían fabricado sus madres.
A la salida del templo, y para variar, sufrimos el paseillo de las tiendas donde volvían a ofrecerte el oro y el moro (nunca mejor dicho).
Volvimos al autobus y el cambio de temperatura gracias al AC te recordaba que vivias en el siglo XXI. De aquí partimos para el impresionante valle de los reyes.
El valle de los reyes era un lugar con gran encanto ya que te hacía pensar como los faraones intentaron esconder sus tumbas en lo más recóndito de la montaña aprendiendo de los errores de sus antecesores con las pirámides. Con todo esto, su ingenio no habia sido suficiente ya que la mayoría de las tumbas habían sido expoliadas por ladrones en busca de los grandes tesoros que en ellas se guardaban.
Con la entrada teníamos acceso a 3 tumbas, exceptuando la de Tut-Ank-Amon que el guía nos comento que no era una tumba importante desde el punto de vista artístico pero si desde el punto de vista de descubrimiento. La razón es que TutAnkAmon murió muy joven y, por tanto, la construcción de su tumba fue precipitada. Esto lleva a que no tenga apenas grabados ni pinturas. Lo importante de esta tumba es que no habia sido encontrada por ladrones y cuando Howard Carter la encontró intacta en 1922, fue algo especial ya que conservaba todos los artefactos funerarios con el que fué enterrado.
La segunda tumba (Tausert/Setnakht), era interesante porque tenía en conjunto los dos estilos pictoricos por lo que era conocida como la tumba escuela. El primer estilo se definía por la conjunción de trazos en color negro y rojo de las imagenes. No tenía mas colores ni relleno. El segundo, era el típico estilo que se suele conocer con las figuras pintadas e idealizadas. En algunos dibujos se veían los trazos de corrección del maestro.
La tercera tumba (Ramses III) no nos impresionó mucho después de las dos anteriores. Era bonita pero debido a la prisa tampoco pudimos apreciarla como deberíamos. Muertos de calor, volvimos al barco para comer nuestro querido arroz y pollo y nos subimos a la piscina para intentar pillar algo de color. Estabamos continuamente en remojo porque el calor apretaba bastante.
La tarde nos llevó a visitar Luxor, asentada en la antigua Tebas y su templo, construido bajo la dinastía XVIII (Amenofis III) y la XIX (Ramses II). Estaba consagrado al dios Amón bajo sus dos aspectos de Amón-Ra. El conjunto, con proporciones imponentes pero armoniosas, se compone de un santuario de la barca, sala de ofrendas y antecámara. Fue completado por una columnata procesional de acogida de unos veinte metros, formando un grupo monumental que marcaba la entrada del templo.
En la entrada están las estatuas sedentes de Ramsés II y la fachada de la entrada construida por Ramsés II relata la batalla de Qadesh, librada por el faraón contra los hititas. Representa la entrada al templo. En la decoración se incluye el poema de Pentaur que glorifica el valor del faraón en la batalla.
El tercer elemento importante son los 2 obeliscos, de los cuales uno fue trasladado a la plaza de la Concordia en París en el año 1836, como regalo de Mohamed Alí. El templo de Luxor estaba conectado con el templo de Karnak a través de una avenida de un poco más de dos kilómetros bordeada de setecientas esfinges con cabeza de carnero y de estaciones o capillas donde se paraban las barcas de la triada tebana en la gran Fiesta de Opet. Bajo el reino de Nectanebo I, esta avenida ceremonial fue completada por esfinges con cara humana (androesfinge) del lado del templo de Luxor, que eran las que se veían desde dicho templo. El siguiente día, con la visita al templo de Karnak, pudimos apreciar la llegada con las esfinges con cabeza de carnero.
Dentro del templo contrasta ver los estragos que ha dejado la religión en el templo, primero y de forma obvia, te encuentras con la antigua cultura egipcia constructora del templo. Por otro lado, es interesante ver como los cristianos aportaron su granito a través de una iglesia cristiana en el patio de Ramses II (destruyendo, por cierto, los grabados originales). Por último los musulmanes, para no ser menos, construyeron una mezquita justo encima del templo que todavía está en funcionamiento.
El templo es impresionante y mucho más si lo ves con el anochecer ya que te ofrece imágenes preciosas. Justo despues nos llevaron a una tienda de esencias donde un simpatico egipcio en un español impecable nos vendió sus productos y la verdades que nos lo vendió bastante bien porque casi la mayoría compramos.
De vuelta al barco y tras la cena nos apuntamos a una excursión que fue muy interesante: paseo en kalesa por la ciudad. En un principio, podía parecer que el paseo en coche de caballos podría ser como los típicos de España, pero en este caso nos metieron por la zona que no suelen entrar los extranjeros. Nuestro cochero, que se autodenominó Antonio Banderas y su caballo, Lolita eran muy agradables pero los mas lentos de todos. Intento enseñarnos algunas frases en árabe pero no teníamos ni boca ni memoria para reproducir lo que nos decía. Él, por el contrario, si recordaba las cosas que le decíamos en español.
Paseamos con las calles atestadas de gente y luces de colores, debidas al Ramadán. Niños corriendo por las calles e intentando cambiar una rama de cualquier flor o arbusto que cortaban por alguna propina. Nos metimos por un mercado nocturno que el coche casi rozaba con las tiendas y la gente fluía en su mundo sin apenas echarnos cuentas, excepto en una esquina en la que cientos de jóvenes empezaron a aplaudirnos al ritmo de la música y te hacían pensar que si te dejaban alli tirado, no sé si saldríamos en buen estado.
Tras el paseo fuimos a un café a tomar té y fumar en shisha. La verdad es que el gusto por aquel tabaco aromático hizo que despues todos volvieramos a España con uno o varios de estos artilujios de agua.
En un principio, todos pensamos que no ibamos a fumar de una pipa de agua que quien sabe dios (o Alá) se había metido en la boca antes pero cual fué nuestra sorpresa cuando repartieron boquillas de plastico cerradas en una bolsita (la civilización nos rodeaba). Eso disparó nuestro deseo por probar aquel artefacto que todos llamabamos cachimba y ellos, los egipcios, llamaban shisha. Pasamos un buen rato, ya que pudimos charlar con nuestro guía de forma más relajada (bueno, lo relajado que se puede estar cuando alguien esta planchando justo detrás tuya) y nos reimos bastante influidos por el tabaco.
La vuelta al barco fue simpática cuando un niño le preguntó algo a nuestro cochero y este le dijo que si. Acto seguido el niño se montó en la parte de detrás del coche de caballos que iba en marcha y al rato se bajó en su destino, sin parar en ningún momento el coche. Sencillo como la vida diaria de alli.
1 comentario:
Gracias por compartir tu viaje con tanto lujo de detalle, tardo la parte II pero llego, y aun faltan 5 si mal no recuerdo :)
Sin dudas lo que me encanto fue lo de la shisha ja ja ja ( desde que aparecio en mi vida es una de las cosas mas queridas que tengo, suena a materialista,lo se) pero es asi
besos
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